A Tomb for Boris Davidovich llevaba en mi biblioteca casi 10 años. Al parecer sólo leí las primeras 15 páginas -de 140-, lo sé porque estaban subrayadas. El resto de las páginas todavía estaban pegadas unas con otras como en los libros nuevos, que ni siquiera han sido hojeados.
Lo compré por recomendación de la madre bosnia de un amigo. Yo, en ese entonces, estaba trabajando en mi tesis de licenciatura, sobre los Balcanes, pero para no dejar un poco de mí, quería que no sólo hablara de la guerra, y la política, y la Unión Europea, quería aprender de los Balcanes por medio de su literatura. Entonces esta señora, que además de ser bosnia tiene una Maestría en Letras me pasó una lista de autores que son básicos en la región. Entre ellos Danilo Kis.
No cabe duda que también hay un tiempo de libros. Hace 10 años no era para mí Danilo Kis y uno de sus libros más famosos, ésta colección de cuentos que retomé llevada por otra novela, en la que el personaje principal está leyendo precisamente “A Tomb For Boris Davidovich”.
Aunque son cuentos cortos, los cuentos de Kis son ricos en referencias, lenguaje y percepciones detalladas de su alrededor. El libro fue escrito en serbo-croata en la década de 1970, es decir el pleno comunismo yugoslavo,sin embargo, lo que es notable es que la mayoría de los cuentos tiene lugar durante el stalinismo, es decir el régimen comunista que se convirtió en dictatorial y cruento con Josip Stalin a la cabeza de la Unión Soviética.
Hay un cuento que no entona, es sobre un judío obligado a convertirse al cristianismo en España durante la Inquisición. Aunque puede parecer fuera de lugar, en realidad no lo está, porque éste, al igual que los otros cuentos -que están llenos de figuras poéticas, metáforas y mucho lirismo- tratan acerca de la represión, de la violencia, y de la fortaleza del espíritu humano.
Al parecer, Danilo Kis -quien era judío- retrata la vida de otros judíos como él en temporadas difíciles, que son difíciles
El autor de “Una Tumba para Boris Davidovich”
para todos. Una tumba, sí, al final los personajes de todos los cuentos mueren, pero la tumba claro, es distinta.
NiMo de vacaciones 